Prevenir la obesidad no es algo imposible, con cambios graduales en la alimentación y actividad física, podemos blindar a nuestra familia, ayudándolos a tener un estilo de vida más saludable.
Por Paola Bernal, Directora de la Licenciatura en Nutrición de la UNITEC
Nunca es demasiado tarde para cuidar lo que comes, adoptar los mejores hábitos alimenticios y practicarlos día a día. Sin duda, ese es el mejor camino para combatir el sobrepeso y construir, a partir de hoy, un futuro más sano.
Por lo general, hacerlo no implica sacrificios titánicos, y las más de las veces sólo exige adoptar unas cuantas y fáciles buenas costumbres:
1. Toma por lo menos 2 litros de agua al día, sin saborizantes, ni azúcar.
2. Es preferible beber un jugo natural que un refresco; el primero tiene más fibra.
3. Come 5 veces al día: desayuno, colación matutina, comida, colación vespertina y cena. En cada ocasión, toma tiempo suficiente para cada una de tus comidas, al menos 30 minutos.
4. Mastica cada bocado al menos 20 veces; lo ideal es masticarlo 30 veces.
5. Haz ejercicio (1 hora diaria): usa las escaleras, toma un paseo después de comer, corre, haz yoga, meditación o el ejercicio de tu preferencia.
6. Planea tu alimentación con un día de anticipación, pues el hambre es nuestro mayor enemigo para lanzarnos sobre los “antojos”.
7. Prefiere alimentos asados o al vapor, en lugar de alimentos capeados, fritos o empanizados.
8. Realiza un check-up con tu médico y nutriólogo. Además. pide una solicitud para realizarte unos análisis clínicos (de sangre) y averiguar tu nivel de lípidos (colesterol, triglicéridos, etc.)
9. Selecciona, cada vez que sea posible, alimentos naturales en lugar de industrializados o procesados.
10. Evita los aderezos en las ensaladas, prefiere el limón y el aceite de oliva.